¿Has sentido que te falta energía o vitalidad para cumplir con las tareas del día?
Si no tienes Energía o sientes que tus niveles de energía están bajos, puede ser por alguna de estas causas:
Tienes algún desorden en tu metabolismo:
Puedes identificarlo si:
- Sientes falta de energía en varios momentos del día.
- Se te cae mucho el pelo.
- Te salen muchas manchas en la piel.
- Sientes que tienes hambre todo el tiempo.
Además, es importante revisar en consulta cómo está tu tiroides, si hay algún rastro de anemia, y cómo se encuentran tus hormonas.
Un alto consumo de harinas refinadas y azucares:
Las harinas refinadas como tortillas, masitas, pastelería fina, galletitas, golosinas, y los azucares no solo inflaman tu cuerpo, sino que también rompen tu ciclo energía, pues experimentas un rápido aumento de azúcar en la sangre y esto te da un impulso momentáneo de energía.
Y si tu cuerpo ya tiene reservas de energía, este pico caerá rápidamente, dejándote con una sensación de cansancio y haciendo que anheles más azúcar.
¡Cuidemos nuestro consumo de azúcar para mantenernos enérgicos y equilibrados!
Te hace falta un sueño reconfortante:
Científicamente está comprobado que tener menos de 7 horas de sueño no permitirá que tu cuerpo se repare y el ciclo de sueño no se cubrirá.
Al dormir, tu cerebro y tu sistema digestivo elimina toxinas y desechos, limpiándose y preparándose para un nuevo día cargado de energía. Y este proceso es mucho mejor durante la noche, gracias al ritmo circadiano.
Antes de ir a dormir, te recomiendo:
- Evitar las luces de las pantallas al menos 30 minutos antes de dormir, como celulares, televisores u otros dispositivos. Estos dispositivos emiten luz azul, la cual dificulta la producción de melatonina (una hormona que regula los ciclos de sueño). En lugar de revisar tus redes o ver televisión, puedes meditar o leer un libro impreso para conciliar el sueño rápidamente.
- No llenar tu estómago demasiado antes de dormir. Incluso te recomiendo que tu última comida sea 2 o 3 horas antes de irte a dormir, ya que tu cuerpo requiere tiempo para realizar el proceso de digestión. Acostarte lleno podría generar acidez o reflujos, además, al dormir, tu cuerpo de enfoca en limpiarse y repararse, no en realizar digestión.
- Mejorar tu ambiente con luces cálidas y tenues, dándole a tu cerebro la sensación de atardecer.
¡Cuidemos nuestro ciclo de sueño para despertar renovados cada mañana!
3 tips para mejorar tus niveles de energía y sentirte mucho más activo:
Ve al nutricionista periódicamente.
Procura hacerte un chequeo con un especialista en nutrición 1 vez al año para descartar cualquier problema que esté oculto.
Es importante solicitar a tu médico que revise tus niveles de insulina, hormonas tiroideas y vitamina D en sangre. Estos análisis proporcionan información valiosa sobre tu salud y bienestar general. No subestimes el poder de conocer tus niveles y tomar medidas preventivas para cuidar tu cuerpo.
Toma baños de sol
La evidencia científica revela que exponerte al sol por pequeños periodos de tiempo renueva tu energía y promueve a las hormonas del bienestar, junto con actividades al aire libre.
Durante mucho tiempo nos han dicho que tomar sol es perjudicial para piel, puesto que puede ocasionar cáncer, y suelen llenarnos de miedos para alejarnos de todos los beneficios que nos aporta.
El mejor horario para exponerte a la luz solar depende de varios factores, como tu ubicación geográfica, la temporada del año y tu estilo de vida. Sin embargo, en general, muchos expertos sugieren aprovechar la luz solar durante las primeras horas de la mañana, preferiblemente entre las 7 a.m. y las 10 a.m.
¡El sol es más que solo luz!:
- Activa la vitamina D, la cual es clave para más de 80 funciones en tu cuerpo.
- No solo te da energía, sino que también alimenta la energía vital de tu cuerpo, conocida como prana.
- Además, ayuda a regular la producción de serotonina en el cerebro, un neurotransmisor clave para un estado de ánimo positivo y un sueño saludable.
Mantén una alimentación balanceada
Una alimentación equilibrada suma a tu energía. Si te cuesta, ponte pequeños retos semanales para mejorarla. Te comparto algunas ideas:
- Reduce los refrescos azucarados como gaseosas, jugos de cajita, o jugos con azúcar añadida. Reemplaza el azúcar por Stevia o endulzantes naturales.
- Disminuye el consumo de harinas refinadas y productos de panadería. Puedes reemplazarlos por panadería saludable hecha con masa madre, harina de avena, sagú, entre otras opciones.
- Prepárate un desayuno o merienda completa. Un desayuno equilibrado no solo incorpora carbohidratos para proporcionar energía al inicio del día, sino también una adecuada cantidad de proteínas de alto valor biológico (que se absorben fácilmente), como los huevos, el queso, la leche, y la carne, acompañadas de grasas saludables que contribuyen a la sensación de saciedad, como el aguacate o palta, nueces y semillas, y el aceite de oliva.
Adapta los retos que deseas ponerte de acuerdo con tu dieta y tu forma de alimentación.
Te aconsejo que establezcas objetivos pequeños y claros para los cambios que quieres realizar en tu alimentación y que uno a uno los vayas trabajando.
Recuerda que en el Centro de Bienestar puedes contar con mi acompañamiento y asesoría para trabajar en tu nutrición y en tu salud.
