No logras lo que quieres, porque vives ahondando en el pasado que ya murió o anticipándote al futuro que no ha llegado, vives en un limbo inexistente, porque ni pasado ni futuro son reales.

El pasado ya fue, y es altamente probable que no haya sido exactamente como lo recuerdas, y que lo que evocas de este suceso sea solo información selectiva que tu mente ha elegido cautelosamente y que ha interpretado para confirmar las ideas preestablecidas sobre ti o sobre la realidad. La otra parte, el futuro, todavía no ha ocurrido, y te aseguro que probablemente tampoco será tal y tal como tu imaginación lo vislumbra, puesto que muchas veces las historias mentales que nos contamos son mucho más espantosas y terroríficas que lo que termina sucediendo en realidad. Simplemente ambos estados temporales (pasado y futuro) no existen, y si no existen, mientras tú te pasas el día recordando o imaginando lo único que haces es gastar tu energía en un ir y venir de inexistencia, entonces, realmente no vives porque estás enfocando tu atención en dos momentos temporales que no son reales. Tú eres en esencia pura:Energía, y si enfocas tu energía en algo inexistente, en conclusión, tú tampoco existes, obsérvalo corazón: ¡realmente no VIVES por andar en el juego de la mente!

Tu cuerpo habita el presente, pero tu mente está en otros lugares ilusorios, no estás viviendo, no estás conectado con el disfrute de la realidad, estás embebido por tu recuerdo o tu imaginación. Por eso, en la espiritualidad somos comprendemos que el tiempo es un constructo mental necesario para comprender esta experiencia de vida, pero entendemos que el lugar donde habita la Consciencia, la Fuente, el Tao, el Universo, el Yo soy, o si lo prefieres Dios, es en el lugar donde TODO LO ES y el único lugar donde todo ya ES, es sin duda el eterno presente, y el presente al igual que tu esencia es continuo, permanente e inagotable.

No puedes ser consciente al mismo tiempo que estás recordando o imaginando, estas cosas son incompatibles porque la mente humana permeada de Ego debatirá y generará conflicto entre los juicios, las anticipaciones, los recuerdos dolorosos del pasado, las comparaciones y los constructos. La consciencia, solo se manifiesta cuando se está presente y cuando el ser real observa lo que es, tal y como es, sin llenarlo de información y conceptos. Sabes que estás siendo consciente, cuando te permites observar la realidad con la inocencia prístina de un niño pequeño que se sorprende cuando vive una experiencia como si fuera la vez primera, y en lugar de interpretarla o juzgarla, se aventura a disfrutarla lleno de pasión y de gozo. Ya decía un gran maestro “dejad que los niños vengan a mí, porque de ellos será el reino de los cielos” el cielo no es un lugar a donde ir, y no es un lugar que pertenezca a los niños porque ellos carezcan de eso que llaman pecado, todo lo contrario, el cielo es ahora y los niños lo disfrutan porque están presentes, y porque gozan lo que sea que ocurra sin juicios y con inocencia.  Sabes, conozco niños de cinco años y también de cincuenta años, es decir, adultos que más allá de su edad disfrutan con inocencia infantil de todo aquello que les ocurra en la vida, por favor, no confundas inocencia con ingenuidad, ambas son cosas muy distintas. También conozco personas que, sin morir, ya viven en el cielo, porque disfrutan de la plenitud del presente, y otras tantas que ya están muertas en vida o que anidan en el infierno de sus propias creaciones mentales.